La movilidad, la nube y la carencia de profesionales son las mayores preocupaciones en materia de testeo y calidad del software. El aumento de los presupuestos dedicados a estas tareas, la búsqueda de socios que validen sus estrategias y la necesidad de incluir los datos sobrevenidos de esas tecnologías son las respuestas profesionales a la necesidad de una transformación digital que se ve impulsada por tres factores principales: el foco en el cliente, los procesos de globalización y la certeza de que los departamentos de sistemas tendrán que asumir mayores cuotas de responsabilidad en el negocio puro y duro de sus empresas. Lo dice el quinto estudio anual World Quality Report 2013-2014.
Las cifras del estudio WQR, elaborado conjuntamente por Capgemini y su filial Sogeti, en común con HP, y supervisado por Mark Buenen, VP de las dos primeras, son elocuentes. Con respecto a la edición anterior, las corporaciones han incrementado en cinco puntos la proporción de los presupuestos globales TI que aplican a los procesos de calidad de sus datos y aplicaciones, pasando del 18% al 23% en 2013. Y lo más importante, todo apunta a que el esfuerzo seguirá intensificándose hasta alcanzar el 28% en 2015. Un comportamiento que, según el WQR, se explica “por la necesidad de alcanzar mayores cotas de calidad del software y dar respuesta a las expectativas de unos usuarios que reconocen el papel vital de estas herramientas para lograr resultados en su negocio”.
Se afirma que el esfuerzo que algunas empresas están dispuestas a asumir es significativamente más elevado: una de cada cinco corporaciones (21%) afirma que contempla la posibilidad de elevar el porcentaje de inversión en sus procesos de calidad y prueba hasta una horquilla de entre el 315 y el 40% de sus presupuestos, frente al 8% que manifestaba una actitud similar en el anterior edición del estudio.
Basado en entrevistas a más de 1.500 directores de TI de empresas de todos los sectores ubicadas en 25 países, el WQR constata que una parte importante de este esfuerzo inversor se está realizando en el entorno de la movilidad. Existe un progresivo interés de las organizaciones por asegurar la calidad de las aplicaciones y datos móviles en todos los sectores de la actividad económica, aunque también se palpa una carencia de metodologías y conocimiento adecuados a este campo. De hecho, el 55% de las organizaciones están inmersas, con más o menos éxito, en procesos de Testing y Quality Assurance de entornos de movilidad.
En el mismo sentido, la nube se ha convertido también en un área emergente de preocupación. De forma generalizada, los entrevistados afirman que cloud computing será progresivamente una parte esencial del núcleo TI de sus empresas, una tendencia que se refleja tanto en la proporción de testing que actualmente se realiza en este entorno, como en las previsiones de utilización, ya que, como constata este estudio, un tercio (32%) de estas actividades se migrará a la nube en 2015.
También destacan los autores que el 83% de las empresas declara utilizar metodologías Agile para el desarrollo de sus aplicaciones. Estas metodologías tienen el objetivo de asegurar la máxima calidad de las aplicaciones, de manera constante a lo largo de todo el desarrollo, sean cual sean sus variaciones, y en un menor tiempo. Sin embargo, y a pesar de este alto porcentaje, el 46% de los entrevistados reconoce no disponer de una aproximación consistente a la hora de abordar el testing para sus desarrollos bajo esta novedosa aproximación.
Otro aspecto en el que hace hincapié el informe es el crecimiento de la demanda de profesionales expertos en estas materias que tengan a la vez capacidades de entender también el negocio. De hecho, el 63% de los entrevistados cree que en la combinación de ambos conocimientos radica la clave para la alineación de la tecnología y de las prioridades de la empresa.
La externalización de los servicios de gestión de Testing y QA es un modelo emergente entre las empresas que quieren mejorar sus controles de calidad. El 12% de las consultadas afirma que acude a suministradores externos con esta finalidad, no tanto para subcontratar profesionales, sino para adquirir conocimiento especializado de los procesos de Testing y QA, así como para adquirir herramientas capaces de demostrar el retorno de la inversión (ROI) de estas tareas que, en muchas ocasiones, la propia organización no puede ofrecer de manera efectiva. La optimización de costes sigue siendo un factor relevante; de hecho, para un 57% la reducción del gasto es el factor principal para externalizar estos procesos.
Con todo, muchas compañías aún no son capaces de demostrar qué valor aporta al negocio asegurar la calidad, limitándose en muchos casos a capturar información operacional. Así, el 73% de las empresas tan sólo obtienen estadísticas del número de defectos encontrados en los desarrollos y un 45% declara utilizar herramientas de testing demasiado tarde dentro del proceso de desarrollo, lo que multiplica los costes para subsanar los errores.
En los inicios de la era de la movilidad, la capacidad de servicio tenía más valor que la calidad del mismo, pero conforme aumenta su penetración en las organizaciones la simple idea de ser los primeros en ofrecer las aplicaciones más novedosas ya no es suficiente: “para seguir siendo competitivas, las organizaciones tendrán que invertir en la calidad de sus aplicaciones móviles y concebir estrategias especializadas para analizar su impacto tanto a nivel interno, como en los clientes”, advierte el estudio. Este esfuerzo que se ve dificultado por la necesidad de cubrir cientos de dispositivos operativos a través de múltiples plataformas móviles, incluyendo dispositivos móviles que ya han dejado de suministrarse y que incluso carecen de mantenimiento por parte de sus fabricantes.
El control de calidad de aplicaciones móviles se ha convertido en el foco principal (59%), sin embargo la seguridad ha dado un salto hasta el segundo puesto (56%, respecto al 18% del pasado año). Esto es un reflejo, según explica el informe, de la dependencia creciente de las empresas con respecto al uso de dispositivos móviles en las transacciones operacionales con clientes y de la imperativa necesidad de garantizar una mayor seguridad en los datos y privacidad de las apps.
Las barreras para alcanzar el éxito en el entorno de las aplicaciones móviles han cambiado. Si en primer término sigue apareciendo la escasez de procesos y metodologías de testing adecuados (56%, por 34% del año pasado), ahora las críticas se centran también en la falta de profesionales en testing de movilidad (48%, frente a 29%) y acceso a un entorno de prueba in-house (38%, por 19%).
El sector más dinámico en asegurar la calidad de sus aplicaciones móviles es Sanidad: en 2012 el 35% de las empresas afirma realizar pruebas de testing de sus apps y dispositivos, este año la cifra ha subido al 61%. El Sector Público pasa del 27% al 58%, le siguen medios de comunicación y telecomunicaciones (del 30% al 56%), energía y utilities (35% al 55) y Servicios Financieros ( 31% al 54%) en 2013.
Cloud computing es un futuro ineludible: la infraestructura cloud ofrece una solución eficiente a los procesos de Testing y QA en términos de elasticidad para generar cargas de trabajo sobre las aplicaciones o para acceder a recursos compartidos. Componentes de la infraestructura de sistemas tales como redes, aplicaciones, bases de datos o licencias software pueden provisionarse a través de este entorno de manera casi instantánea, reduciendo los tiempos de inactividad, disminuyendo los costes vía pago por uso y ayudando a liberar aplicaciones más rápidamente.
Por estas razones, los responsables de TI son positivos acerca del crecimiento del número de aplicaciones basadas en la nube. A pesar de que este año se ha producido una ligera disminución en el número de aplicaciones hospedadas en la nube (20% frente a 22% en 2012), se prevé que para 2015 el número de aplicaciones migradas u hospedadas en entornos cloud se incrementará hasta alcanzar el 26%. Esta bajada interanual es probablemente debida a varios factores tales como “la inversión en sistemas heredados y la complejidad y diversidad del conjunto de aplicaciones corporativas”.
La tendencia también se refleja en la proporción de testing que ya se realiza en la nube (24%), así como en su evolución prevista para 2015, año en el que estos entornos podrían absorber el 32% de todas las actividades de pruebas corporativas. Sólo un 10% de los profesionales de TI asegura que no ejecutará este tipo de procesos en entornos cloud.
La rápida adopción de aplicaciones bajo demanda ha incrementado la necesidad de ofrecer estrategias específicas para validar la funcionalidad, seguridad y rendimiento de las aplicaciones SaaS (Software as a Service). Aunque los proveedores de este tipo de aplicaciones realizan un testing de sus propias tareas para asegurar la total personalización de las mismas y la plena seguridad de las mismas, casi tres cuartas partes (71%), de los profesionales entrevistados en el estudio afirman que han desarrollado estrategias específicas para sus servicios de prueba basados en modelos SaaS, poniendo una especial atención en las áreas de rendimiento (54%) y seguridad de los datos (48%).
Una de las mayores quejas de los ejecutivos TI se centra en que el esfuerzo inversor que están realizando podría quedar minado por la falta de herramientas, metodologías y especialistas. Los entornos de prueba y las herramientas de soporte son esenciales para asegurar la calidad de las aplicaciones, ya que una proporción significativa (40%) de los presupuestos de Testing y QA se dedica a infraestructura y hardware de prueba, sin incluir un gasto del 28% en licencias de herramientas de testing. La mayoría de las organizaciones han invertido en un entorno permanente de prueba y lo utilizan, mientras que un 25% añadido emplea entornos temporales para la entrega de soluciones.
Esta queja no parece banal cuando, según el informe, algo más de dos tercios de las empresas (67%) asegura no disponer de las herramientas adecuadas para soportar su entorno de prueba; un 53% lucha por mantener múltiples entornos de prueba para una miscelánea de hardware, middleware y sistemas, y un 37% tiene problemas para desplegar entornos de pruebas con rapidez.
Sin embargo, estas barreras pueden estar enmascarando otras preocupaciones, ya que la mayoría (55%) identifica la Gestión del Entorno de Pruebas como el perfil profesional especializado del que existe una mayor carencia internamente. Como asegura el informe, “sin el nivel apropiado de especialistas, el equipo de testing podría estar malgastando un tiempo valioso y recursos onerosos, que podrían descompensar las mejoras conseguidas con la centralización, la automatización y la optimización”.
[informe de Lola Sánchez]